Chimeneas y recuerdos
“… la ciudad es urdida por una poética del espacio y por un tiempo que no es el del estrés citadino, sino el del reposo de la contemplación. Lo que crece en estas estructuras ascendentes o apaisadas no son los rascacielos ni las grandes vías del tránsito ligero. Por allí asoman sugeridas unas chimeneas, por aquí se suceden módulos habitables, liliputienses, en una cinta de película que parece no terminar. Todo tiene una manera de procesarse, de construirse a fuego lento. El tiempo interviene en el proceso creativo, demorándose, provocando la distancia necesaria para ver y para hacer ver. En ese juego plástico se adivina la intención del artista: meditar las estructura de nuestro tiempo, salvar a los objetos —y con ellos al hombre— de su apremiante fugacidad…” Seguir leyendo