Editorial de setiembre

Posted on Sep 15, 2002

El 1º. de setiembre, el Centro Cultural Dodecá cumplió su primer año de actividad. Esto motiva un balance.

Ha sido un año difí­cil. Nuestro paí­s atraviesa, junto a la región y a la mayor parte del mundo globalizado, una de las peores crisis de la historia reciente. Vivimos una época de crisis económica, social, polí­tica y cultural. ¿A quién le caben dudas al respecto?

A las dificultades materiales para enfrentar nuestra existencia cotidiana se suman dificultades de otro orden: afectivas, emocionales, intelectuales, en fin, espirituales. A veces parece que con cada nuevo ajuste que hacemos en nuestras economí­as, con cada nueva restricción, estamos ajustando y restringiendo también nuestro ánimo vital. Esto es así­ desde hace tiempo, pero en el último año todo se ha agudizado.

En este contexto de «dictadura de los mercados» se expanden el desencanto, la inseguridad, el miedo al futuro. El clima social es propicio para que el conservadurismo más rancio y el individualismo más pernicioso se impongan y expandan. El arte, en todas sus expresiones, sufre esta situación muy especialmente. La cultura, para desplegarse y desarrollarse, requiere de espacios donde la creación y la expresividad, el saber y la comunicación, no estén constantemente amenazadas y socavadas por intereses que son ajenos a su propia lógica de expansión y difusión. Pues bien, en esta época, esos intereses –los de la mí­nima supervivencia material y los de la máxima autoconservación sistémica– vienen condicionando, cada vez con más fuerza, al desarrollo artí­stico y cultural.

Enfrentar esa situación era uno de los objetivos del Centro Cultural Dodecá en su inicio. Pero no nos esperábamos que esos desafí­os se hicieran mucho más acuciantes en este primer año de vida. Sin embargo, no dejamos de perseguir nuestros objetivos: que el desarrollo del potencial creativo de cada uno sea condición para el desarrollo del potencial creativo de todos.

Este año trabajamos mucho para sostener este espacio, hemos recibido, también, el apoyo desinteresado de mucha gente que ha compartido nuestras preocupaciones. Ello nos alienta a seguir.

  • Realizamos más de quinientas funciones de cine en nuestra sala, ordenando una programación de suma calidad, contando para ello con el incomparable archivo de CINEMATECA URUGUAYA. Así­ recibimos más de seis mil espectadores, muchos de los cuales siguieron los ciclos con asiduidad, atención y muchas ganas de ver buen cine.
  • Hemos logrado consolidar «EL DEBATE DEL MES» como una actividad formativa, de crí­tica y reflexión sobre el cine, donde nos apoyaron, en once oportunidades distintas, realizadores, periodistas, crí­ticos y docentes de reconocida trayectoria: Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella, Ronald Meltzer, Manuel Martí­nez Carril, Guillermo Zapiola, Pablo Ferré, Alvaro Buela, Rosalba Oxandabarat, Luis Elbert y Susana Mallo.
  • Realizamos el Primer Encuentro de Cine y Ciencias Humanas, Seminario-Taller: ¿El fin del trabajo? Una propuesta novedosa para nuestro medio. Alabada especialmente por el Intendente de Montevideo, Mariano Arana, en razón de haber sabido convocar a un nutrido grupo de jóvenes a discutir un tema tan complejo y de tanta importancia como el que se abordaba en esa oportunidad. La mayor parte de los seminaristas siguió atentamente las veintiséis pelí­culas exhibidas y participó en varios de los cinco paneles realizados, cuyos expositores fueron destacadas figuras del ámbito docente de la Universidad de la República y de la prensa local.
  • Organizamos y montamos, en vacaciones de julio, la primer retrospectiva de la obra del animador uruguayo Walter Tournier. Una actividad especialmente dirigida a los niños, quienes colmaron nuestra sala en las dieciocho funciones realizadas, pudiendo aproximarse a la obra de este artista uruguayo, reconocido mundialmente como tal.
  • Hicimos diez exposiciones con distintos artistas: Lacy Duarte, Doreen Bayley, Mauricio Kolenc, Glauco Mirandetti, Héctor Solari, Eduardo Hornes, Nuño Pucurull, Oscar Bonilla, Ernesto Vila, Walter Tournier, Andrés Fernández y Roberto Gilmet, a quienes les ofrecimos el mayor cuidado en el montaje de sus obras, apreciadas con entusiasmo por el público.
  • Realizamos una ampliación edilicia que incorpora un «vestí­bulo», previo al acceso a la Sala de Exposiciones.

Todas estas actividades son una muestra de nuestro esfuerzo para afirmar a Dodecá como un auténtico «centro cultural», que –paradójicamente– pretende seguir trabajando «lejos del centro», lejos de todo los centros: los centros comerciales, los centros del poder, los centros del conservadurismo, el desánimo y la apatí­a.

Por ello, reafirmamos el compromiso de seguir impulsando nuevos proyectos en nuestro segundo año de existencia.

En lo inmediato, la realización del 2º Encuentro de Cine y Ciencias Humanas: «Actitudes juveniles en un mundo globalizado», cuyo primer módulo se realizará entre el 15 de octubre y el 10 de diciembre, contando, como en la edición anterior, con destacados panelistas.

Para el próximo año, la «Escuela de Cine Dodecá para Adolescentes», proyecto en el que ya estamos trabajando coordinadamente con Walter Tournier, Quiko Márquez, Lala Severi e Iván Solarich, entre otros profesionales del medio.

Estamos estudiando, además, la posibilidad de realizar un «Concurso Dodecá de Artistas Jóvenes»; estamos proyectando la realización de debates con los artistas que exponen en Dodecá; estamos comenzando a juntar esfuerzos con el Grupo de Teatro Trenes & Lunas…
En fin, conscientes de los tiempos oscuros en que vivimos, igual queremos regalarles a todos nuestros amigos una pequeña certidumbre: que la historia de Dodecá… continuará.