Noveno Encuentro de Cine y Sociedad
Del 1 de marzo al 4 de mayo
Cuando decimos «mujer joven«, nos referimos a una persona de sexo femenino de poca edad. En ese caso, el término «mujer» es un sustantivo y el término «joven» un adjetivo. Ahora bien, si escribimos «jóvenes mujeres«, de algún modo, estamos resaltando el carácter sustantivo del término «joven» y la pertenencia de la persona a esa etapa vital que es la juventud.
La disquisición podría ser baladí, sin embargo, en términos sociales y culturales, le subyace una preocupación relevante: para una mujer joven, ¿qué dimensión tiene más peso: la juventud o la feminidad? ¿A cuál de las dos especificidades socio-culturales (ser mujer, ser joven) le otorga mayor importancia? Y en cuanto a las relaciones que establecen con sus pares varones, ¿qué le importa más a la mujer joven: compartir la misma edad, la pertenencia generacional, o enfrentar una diferencia específica vinculada a su sexo y su género? No hay una respuesta unívoca a esta cuestión.
Tras décadas de prédica y acciones en favor de la igualdad de las mujeres y contra las discriminaciones, subordinaciones y dominaciones sustentadas en un sistema social y cultural de sexo-género, es importante reflexionar sobre la forma en que las nuevas generaciones de mujeres asumen (o rechazan) su condición de género. ¿Cómo se posicionan la mujeres jóvenes, hoy día, respecto de los discursos y prácticas que han promovido, por distintas vías, con distintas estrategias, con mayor o menor radicalidad, con menor o mayor éxito, la igualdad entre hombres y mujeres y la abolición de toda forma de dominación centrada en el sexo? ¿Y cómo se posicionan en relación con el sistema de género constituido a partir de diferencias sexuales, pero también de raza, de clase social, e incluso de tendencias geopolíticas vinculadas al tráfico humano, la inmigración, las tradiciones étnicas y culturales, etc. Saber cómo se entrecruzan en la actualidad las dimensiones generacionales y de género, y si existe o no una condición específica de las jóvenes mujeres, es importante a la hora de considerar las problemáticas propias de las mujeres, de la juventud y de la sociedad en su conjunto.
En la actualidad, en una primera aproximación, parecería que asistimos a la emergencia de una nueva cultura juvenil de carácter «unisex», en la cual las diferencias de género habrían perimido y todo es igualmente válido. Ciertos mensajes publicitarios y algunas conductas juveniles (por ejemplo, las noches y madrugadas del «desbunde de La Barra») irían en esa dirección. No obstante, la reciente desaparición de una joven de 19 años en Piriápolis, que se viene a sumar a otros diez casos de desaparición de mujeres de entre 12 y 23 años en el año 2006 (cinco de las cuales no fueron halladas) y a una plétora de casos de violencia contra mujeres jóvenes, nos obliga a pensar que perduran viejos tópicos referidos a la vulnerabilidad, discriminación, subordinación y violencia contra la mujer (muchos de los cuales repasaremos en este ciclo de cine). Estos problemas, incluso, se habrían exacerbado en los últimos tiempos, afectando de manera especial a las mujeres más jóvenes.