Alejandro Ventura docente de la escuela de cine participará en un simposio internacional en Madrid

Posted on Abr 08, 2016

La Escuela de Cine Dodeca se complace en anunciar que la comunicación Cualquier revolución no es completa si no es sexual de nuestro docente titular de Lenguaje Cinematográfico II y III, Mag. Alejandro Ventura, ha sido seleccionada para ser presentada en el Simposio internacional sobre igualdad y comunicación que se llevará a cabo los días 20, 21 y 22 de abril en la Universidad Complutense de Madrid.
Transcribimos a continuación el resumen de dicha ponencia.

«Cualquier revolución no es completa si no es sexual». Esta declaración fue realizada por el laureado director Abdellatif Kechiche, una vez obtenida la Palma de Oro en Cannes por su película La vida de Adèle (La vie d’Adèle, 2013). Si bien estaba referida a la Revolución tunecina de 2010-2011 (y a la necesidad de que ésta no se agotase exclusivamente en reivindicaciones de tipo político-democrático frente a un gobierno autocrático, sino que incluyese también la dimensión sexual como un aspecto determinante en la situación opresiva que vive la mujer en el mundo musulmán) parecía dirigirse a la propia Francia, un país central dentro del capitalismo occidental, paladín de los derechos humanos y que por esas fechas discutía vehementemente sobre la legalización o no del matrimonio homosexual. Más allá de la fuerte polémica que esta película generó lo que surge inmediatamente son una serie de interrogantes que vale la pena despejar.

En primer lugar: ¿Es la relación que establecen las dos protagonistas jóvenes de La vida de Adèle verdaderamente «revolucionaria» en cuánto a la superación de la clásica asimetría dominante-dominado del vínculo heterosexual?

En segundo lugar: En los años 60 se produce una revolución sexual, que aunque con un claro sustrato heterosexual, hizo posible -al disociarse el placer de la procreación gracias al invento de los anticonceptivos- la liberación de la mujer». ¿Cuáles serían ahora estos nuevos fundamentos y las nuevas conquistas que propone el mundo homosexual (particularmente el lesbianismo): la autenticidad, el empoderamiento, el logro de la autonomía, un mayor control y conocimiento del cuerpo, la pérdida del miedo?   

En tercer lugar: El surgimiento de la familia homosexual en este nuevo milenio, ¿ha implicado un cambio sustancial para el logro de una mayor igualdad y libertad individual respecto al modelo propuesto por la clásica familia heterosexual y sus diversos subtipos actuales?

En cuarto y último lugar: Las extensas escenas de sexo explícito del filme, ¿son la búsqueda de una belleza y pureza inexistente en el vínculo heterosexual o son puro morbo que la película utiliza para jugar y manipular con la fantasía onanista del hombre (heterosexual) con fines meramente comerciales y para un mejor desempeño en taquilla?

La propuesta de la comunicación es intentar discutir y responder a estas interrogantes a través del establecimiento de un diálogo interfílmico entre La vida de Adèle y una película emblemática de comienzos de los años 70: El último tango en París (Last Tango in Paris, 1972) de Bernardo Bertolucci. Esta última película tiene claras zonas de confluencia con la de Kechiche, no sólo por su carácter provocador (recordemos la famosa escena de la mantequilla) sino porque ambas permiten una visión crítica de la revolución sexual de los años 60 desde un contexto geográfico similar pero con una distancia histórica de más de cuarenta años. Esta distancia temporal nos permitirá evaluar cuánto hemos finalmente avanzado respecto al logro de una efectiva igualdad y autonomía individual -tanto en lo afectivo como en lo sexual- en este nuevo marco de diversidad. 

Last tango in Paris la-vie-d-adele