Conexiones ocultas de Suci Viera

Posted on Nov 06, 2005

Por Lucí­a Giambruno

Conexiones Ocultas es el nombre de la muestra fotográfica de Suci Viera instalada en el Centro Cultural Dodecá. Sobre su peculiar manera de visualizarla interioridad femenina, la autora dialogó con La República de las Mujeres … Desde 1990, Suci Viera es integrante del Foto Club. Expuso colectivamente en varias oportunidades, formando parte del Salón Municipal de Artes Plásticas en el Museo Blanes y del Salón Nacional de Artes Visuales. Lleva realizadas también dos exposiciones individuales: «Juego de Partida» (1996) de carácter autorreferencial, y «Bella Caña, Dulce Unión», fotorreportaje sobre la recolección de la caña de azúcar montado 1992 en el Atrio del Palacio Municipal. Además, participó en numerosas muestras cuya temática fue esencialmente la mujer.

-¿En que contexto surge «Conexiones ocultas«?
-Es producto de un trabajo que vengo realizando desde hace un par de años. Estaba cursando un taller donde la base de la propuesta fue pensar que cosas me hací­an sentir orgullosa de ser mujer. Busqué conceptos y aquello que. me hicieran encontrar con mi género. Decido ponerle «Conexiones ocultas» porque en definitiva yo trabajo mucho con el inconsciente, cómo hay cosas que uno relaciona internamente desde los propios pensamientos que luego se conectan con alguna imagen que te hace despertar sensaciones e ideas. Trabajo mucho con la equivalencia.

Entre vida real y experiencias sensoriales

-¿Qué significa equivalencia en el lenguaje fotográfico?
-Se trata de buscar algo de la vida real que te conecta con alguna experiencia más sensorial. Si miras las fotos no aparentan nada, hay como un quiebre con el referente. Pero estas fotografí­as apelan a objetos que me conectan con lo húmedo, lo cálido, lo contenedor, lo matricial.

-Elegiste un tema muy amplio: ¿cómo llegaste a este resultado?
-Primero que nada tení­a que plantearme el trabajo, ver a la mujer desde todos sus ángulos. Comencé fotografiando mujeres desempeñando diferentes tareas domésticas, propias de la vida cotidiana. Hay cosas que están en desuso, pero que representan a la mujer que fue. Luego busqué mirarla desde un punto de vista más abstracto manejando conceptos que tienen que ver con lo húmedo, como el útero, lo cálido, lo contenedor, la madre. Para ello me volqué hacia conceptos más internos, que pudieran reflejar historias relacionadas con el cuerpo y la mente. Otra etapa fue el trabajo sobre la mujer, su sexualidad y sensualidad.

-¿Cuál fue la conclusión?
-Habí­a partido de mí­ y llegué hasta mi madre. Por este motivo el trabajo empieza con una foto mí­a y termina con una de ella. Establecí­ como una conexión entre las dos. Mi madre falleció cuando yo era joven-cita. Hay un reflexionar acerca sobre lo que me dejó durante esos veinte años. Hubo muchas cosas que dejé por el camino y otras que fueron utilizadas para otros trabajos.

Complementariedad en el montaje

-El tema de la mujer es recurrente en tus trabajos.
-Sí­, desde el año 1995 vengo haciendo trabajos colectivos con otras mujeres fotógrafas. He aprendido mucho del trabajo en grupo; te da otra perspectiva y te das cuenta que no es lo mismo que hacer el camino sola. Por ejemplo, de la recopilación de fotos sobre mujeres he utilizado algunas de ellas para estas muestras. El trabajo sobre la humedad lo utilicé para un homenaje que se le realizó a la fotógrafa Dina Pintos, que fue una especie de maestra de vida de muchos de nosotros.

-¿Cómo es la performance del montaje?
-Más que una muestra fotográfica serí­a una instalación donde no solo juega la foto en sí­, sino también el resto de los elementos que hay en la muestra, por ejemplo: como están colocados, su distribución dentro del espacio y qué materiales se utilizan. Hay todo un lenguaje implí­cito. Concretamente en «Conexiones ocultas» son dos fotos antiguas que pertenecen a mi madre y otra de cuando yo era niña, y luego tres fotos en blanco y negro que se entremezclan con las historias de Magela Ferrero, quien es la curadora de la muestra. Ella escribió algunos textos que acompañan e introducen al espectador en esa breve recorrida, lo integran a la espacialidad del lugar. Se monta una puesta en escena donde los actores son los propios espectadores.

La muestra permanecerá en el Centro Cultural Dodecá (San Nicolás 1306, teléfono 600 0887) hasta fines de diciembre. Publicado en La República | Suplemento La República de las mujeres | Página 11 | 6 de noviembre