Los films de este tramo incluyen las dos culminaciones poéticas (Cría cuervos, Elisa vida mía) con las que Saura se zambulle en un mundo particular, secreto y amenazante, donde el pasado y la memoria acosa a los personajes, como la memoria de Franco todavía asfixia a la sociedad española. Luego comenzará otras búsquedas, la vuelta a lo social y al realismo (Deprisa, deprisa recuerda a Los golfos, su primera película), un intento de retomar la fórmula de Elisa en Las dulces horas. La libertad crea problemas expresivos para quienes vivieron los momentos más activos de su vida artística bajo el cierre y la censura franquista.