John Ford: director de directores II

Posted on May 31, 2013

Luego del impasse realizado durante los meses de abril y mayo para la realización del Seminario Mujer | Explotación retomamos la retrospectiva de la obra de John Ford.

Más-corazón-que-odio-John-Ford (1)«Durante la Segunda Guerra Mundial, los reconocimientos profesionales fueron superiores a los de la crítica, y pasó a darse por sentado al hablar de él (John Ford) que era un maestro clásico, uno de los mejores directores de Hollywood de la preguerra (…). Después de la guerra, esa condición de Dios Olímpico del cine jugó en su contra porque sus películas ya no eran valoradas como merecían por sí mismas, en comparación con sus hermanas más antiguas, sino que eran rápida y superficialmente aceptadas y despachadas como muestras del buen hacer del maestro (…). Sólo muy lentamente y, debido a circunstancias excepcionales, su nombre fue reivindicado desde la segunda mitad de los ’50 en adelante, cada vez con más fuerza, cada vez con más seguridad de considerarle acertadamente como uno de los mejores cineastas de todos los tiempos (…). Partieron de cavilaciones ideológicas o sentimentales, como la que protagonizara Jean-Luc Godard ante el desenlace del film The Searchers (Más corazón que odio, 1956) cuando manifestaba no entender cómo podía odiar a John Wayne por apoyar a Godwater en la política de su país y, simultaneamente, amarle cuando levantaba a Natalie Wood en sus brazos al final del film. Siguieron a través del cambio profesional que se operó Hollywood's Greatest Year: The Best Picture Nominees of 1939en François Truffaut cuando dejó la crítica y pasó a realizar cine, lo que hizo contemplar la obra del irlandés desde otro punto de vista, el profesional, haciendo que de detestarle pasase a admirarle. Obtuvo su más fuerte lanzamiento cuando los universitarios e intelectuales de todo el mundo declararon a mitad de los 60 su admiración incondicional por el viejo Ford y su cine, haciéndoles objeto de estudio y de homenaje, lo que hasta entonces hubiera sido impensable. (…) la industria de Hollywood, unánimemente, creaba el Life Achievement Award para dárselo antes de morir (el más alto premio en el mundo del cine en reconocimiento a toda una vida de aciertos artísticos y económicos). Lo cierto es que la obra de Ford ha empezado a tener reconocimientos críticos eficaces, realistas, acertados, desde finales de los años 60…».

Francisco Urkijo Javier, John Ford, Cátedra, Madrid, 1996