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Exposición: Quebrados

Quebrados

  • inaugura_lunes 26 de julio _ 19:30hs

—Hola, Verónica. Voy a hacer una exposición de fotografías y para eso estoy hablando con varios actores. Mi objetivo es indagar si, a partir del trabajo con imágenes de los rostros, los cuerpos desnudos y el movimiento corporal, el arte puede llegar a revelar el alma humana: vieja aspiración de grandes artistas. Por “alma” entiendo la realidad interior de las personas. Quisiera comprobar si el arte es capaz de captar las experiencias más intimas del ser humano. Si bien busco ese resultado artístico, creo que es importante —tanto para el fotógrafo como para el fotografiado— el trabajo, el proceso y la investigación. Con la fotografía haré lo inverso que la pintura. La pintura toma el cuadro vacío y lo llena. Crea absolutamente todo, hasta las sombras. Cosa que la fotografía y la escultura no hacen. Sin embargo, ¿no deberíamos destruir la foto, deconstruirla y recomponerla, volverla a pintar? Es en ese proceso de “reconstrucción” en que quiero que emerja el alma, la verdad más íntima. En fin, te invito a que participes de esta experiencia.

—Hola, Santiago. Primero, gracias por confiar en mí para este trabajo tuyo, tan personal, en el que estoy segura que estás poniendo muchas horas, cabeza y corazón para que salga de la mejor manera. Quisiera pensarlo bien, porque es muy atractiva la propuesta, pero a la vez es muy difícil. No es fácil desnudar el cuerpo pero tampoco es fácil desnudar el alma. Tratar de decir la verdad es algo que persigo diariamente. Están los miedos lógicos de entrar en esos terrenos dolorosos del alma. Hay una suerte de sentido de auto-conservación frente al dolor.

Meditación sobre un diálogo desnudo: El “momento íntimo”, trabajado por Strasberg y llevado adelante por profesores y actores, ¿es realmente íntimo? ¿Acaso es más íntimo aquel que se masturba que quien se queda diez minutos mirándose las manos? También es posible que el actor puede hacer creer que está develando su alma, pero la pregunta es: ¿de verdad lo está haciendo?

Santiago Ventura

La exposición permanecerá hasta el sábado 14 de agosto y se puede visitar de martes a sábados en el horario de 18:30 a 21hs.

Cursos de cine, fotografía, actuación y lenguaje

Están abiertas las inscripciones para los distintos cursos que ofrece la Escuela de Cine Dodecá:

CURSO BÁSICO DE CINE

Los primeros días de abril inician los Cursos Básicos de Cine para el año 2008 de la Escuela de Cine Dodecá.

  • El curso básico para menores (12 a 18 años) comenzará el día sábado 18 de abril en sus dos horarios: matutino, de 9.30 a 13.30hs y vespertino, de 14.30 a 18.30hs.
  • El curso básico para mayores (19 a 25 años) comenzará el martes 14 de abril en su horario de 19 a 21hs.

Los cursos básicos culminan con la realización de un cortometraje.

CURSO BÁSICO DE FOTOGRAFÍA

(Foto 1: Primer Semestre)
El taller estará a cargo del fotógrafo Juan Ángel Urruzola, docente de la Escuela de Cine Dodecá.

Se centrará en adquirir los conocimientos básicos del manejo de la cámara, la composición y la iluminación. Se realizarán ejercicios prácticos. El curso es de dos horas semanales, los lunes de 19 a 21hs. El taller culmina con una muestra en el mes de julio.

Inicio: lunes 9 de marzo

CURSO TEÓRICO-PRÁCTICO DE FOTOGRAFÍA

(Foto 2: Anual)
El taller estará a cargo del fotógrafo Juan Ángel Urruzola. Se centrará en la relación entre fotografía y cine, avanzando en la exploración de ese vínculo y su sustento: la mirada, la memoria, la autoría, la narración con imágenes, la foto fija en cine, la imagen digital y el futuro. El curso es de dos horas semanales, los miércoles de 19 a 21hs. Para realizar este curso se requerirá tener conocimientos básicos de manejo de cámara.

El taller culmina con una muestra a fin de año (ver muestra del año 2008)

Inicio: miércoles 15 de abril

CURSO DE ACTUACIÓN PARA CINE

(Anual – Vespertino)
El curso estará a cargo del director y actor teatral, Ramiro Perdomo, docente de la Escuela de Cine Dodecá. Se desarrollará experimentando técnicas de actuación en torno a ejercicios planteados ante cámara y con grabación de sonido. El curso es de dos horas semanales, sábados de 14:30 a 16:30hs.

Inicio: sábado 14 de marzo

CURSO DE ACTUACIÓN PARA CINE

(Anual – Nocturno)
El curso estará a cargo del actor Augusto Mazzarelli, docente de la Escuela de Cine Dodecá. Se desarrollará experimentando técnicas de actuación en torno a ejercicios planteados ante cámara y con grabación de sonido. El curso es de dos horas semanales, los miércoles de 19 a 21hs. Finaliza con la participación en la realización de un cortometraje con estudiantes de la Escuela de Cine Dodecá.

Inicio: miércoles 11 de marzo

CURSO DE LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO 1

El curso estará a cargo del Sociólogo Alejandro Ventura, docente de la Escuela de Cine Dodecá. Se desarrollará en base a ciclos de cine temáticos y clases de análisis. Las clases son de una hora de duración, los viernes a las 19hs. y los filmes se exhiben en distintos días según la programación de Dodecá.

Inicio: viernes 6 de marzo

CURSO DE LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO 2

El curso estará a cargo del Sociólogo Alejandro Ventura, docente de la Escuela de Cine Dodecá. Se desarrollará en base a ciclos de cine de distintos directores y clases de análisis. Las clases son de una hora de duración, los jueves a las 19hs. y los filmes se exhiben los jueves a las 20hs. de acuerdo con la programación de Dodecá.

Inicio: jueves 5 de marzo

INSCRIPCIONES E INFORMACIÓN

Escuela de Cine Dodecá
San Nicolás 1306 (Carrasco-Punta Gorda) Tel 600 08 87
info@dodeca.org _ www.dodeca.org

Horario de consultas: Lunes a Sábados de 9 a 21 hrs.

De plano

A PROPÓSITO DE LA MUESTRA FOTOGRAFÍAS DE ESTUDIANTES DEL CURSO SUPERIOR DE LA ESCUELA DE CINE DODECÁ.

La capacidad de recordar necesita del olvido. Desde el Funes de Borges, hasta aquí, sabemos bien que no podemos recordar todo lo que hemos visto, sentido y oído: eso sería un desastre emocional; sería algo imposible e insufrible.

Y sin embargo, el olvido se enseñorea fácilmente de nuestros sentidos y debilita la memoria. Cuantas más imágenes percibimos —y en nuestras sociedades cada vez estamos más expuestos a percibir imágenes, símbolos, mensajes—, más grande es la facilidad con que las olvidamos. Uno podría pensar que olvidamos lo que hemos mirado incluso antes de llegar a recordarlo por un sólo instante. Quizás por ello la fotografía, esa capacidad técnica que tenemos de fijar y reproducir lo mirado sobre un soporte material (papel, pantallas) desempeña un rol importante en el equilibrio inestable entre mirada, recuerdo y olvido. La fotografía reparte los tantos, otorgándole al recuerdo un refugio contra el olvido, al olvido la potencialidad de importunar el presente y, a la vez, dotando a la mirada de la capacidad de fijarse en aquello de lo que no podrán hacerse cargo ni el olvido ni la memoria, anticipándose al transcurso implacable del tiempo y deteniéndolo como en un hito de luminosidad.

Sí: la fotografía ayuda a construir una mirada atemporal. Cuando esa construcción se logra, la mirada se hace idea, y la idea se entrega materializada en una imagen de la realidad. Una peculiar realidad: la del arte de la fotografía, la de la creación de imágenes que salen del tiempo: no tendrán pasado, no tuvieron futuro, las esquivó el presente, son imágenes que saltean el movimiento de la ubicuidad. No cualquier fotografía logra eso. Sólo lo hace aquella que se predispone a mirar y, ya lo dijimos, a construir poéticamente el mundo.

He aquí una muestra de fotografías artísticas —y, por qué no, poéticas—, realizadas por los estudiantes de la Escuela de Cine Dodecá del Curso de Fotografía dictado en 2008 por Juan Ángel Urruzola.

Cucharitas de té que se encubren bajo la cobertura de papel de plomo y recogen en su ausencia una porción de color, para dar la sola idea, casi pura, del color rojo, operando en contraste con la plomiza desaparición de la vida cotidiana (Belén Baptista).

Unos rostros que se desfiguran monstruosamente para que sepamos que por detrás de las caras que a diario dan cuenta de la existencia del otro puede haber latiendo un sentimiento de desgarro real o atribuido (Sebastián Bugna).

Un león de juguete parado al borde de un travesaño cuya perspectiva nos conduce hacia una vegetación de fantasía, dimensionando así la potencialidad de la imaginación capaz de recuperar el descuido de un objeto infantil para introducirnos en un mundo de fábula apenas insinuado (Javier Ventura).

Retratos de gente admirada y desconocida: ese esfuerzo incansable por fijar las facciones de los seres queridos o desconocidos (Matías Ventura, Manuel González, Matías Rey, Santiago Ventura). Los retratos velados, alertándonos que no siempre la mirada del otro puede devolvernos la nuestra (Antonella Tambasco).

Una paloma que transita entre botas militares alineadas para un desfile, ofreciéndonos la idea de que la calma por la que transitamos es tan frágil como el paso vacilante de ese símbolo universal de la paz (Santiago Ventura).

El granulado crepuscular de la ropa tendida sobre las azoteas, avisando que por sobre la doméstica realidad del mundo, hay una fantasmagórica proyección hacia mundos desconocidos (Luciano Demarco).

En una dirección similar, la captura de imágenes en plano detalle (Santiago Ventura, Sebastián Bugna) logra que objetos absolutamente asimilados (y por ende, no diferenciados) en el mundo de la vida cotidiana cobren otra realidad: dejan de cumplir su función común y corriente para proyectarse en imágenes casi pictóricas que reabren la realidad en lo imaginario.

Otro tanto sucede cuando, previo a la toma fotográfica, se trabaja en la composición de la imagen, ya sea con objetos cotidianos o con adornos. Utensilios, pinzas de ropa, recuerdos de viaje, frutas, entre otros objetos, compuestos como naturalezas muertas o como estructuras formales cuidadas, logran que en su diferenciación y contraste con la cotidianidad detengan y ocupen la mirada, por así decirlo: pre-ocupándola (Matías Rey, Matías Ventura, Belén Baptista)

La duplicidad de lo urbano allí donde la unicidad se fragmenta espejándose sobre sí misma (Andrés D’avenia, Gonzalo Torres) o resaltando, en un juego de luces y colores dispares, la coexistencia en la arquitectura de la ciudad de tiempos socialmente distintos (Federico Rodríguez).

La desfiguración de la imagen humana hasta el punto, y el punteo, de la incógnita, donde la presencia ciudadana se vuelve algo tan difuso como una tenue sombra (Emilio Bianchi).

Quien observa detenidamente estas fotografías —como tuvimos el gusto de hacerlo— puede extraer distintos significados de las imágenes construidas y deconstruidas, capturadas y liberadas en su reproducción, escenificadas u obscenificadas en su presentación pública. Y es que esa multiplicidad de sentidos, algo propio de la poesía, no puede desligarse de las tensiones mencionadas al principio: tensión entre el tiempo, la mirada, el recuerdo y el olvido.

Que los y las fotógrafas que ahora exponen sean jóvenes estudiantes de cine podría resultar un dato superfluo en este caso, y ante lo aquí expuesto. Podría, si no fuera porque la calidad que todos y cada uno de ellos ha logrado alienta una continuidad de próximas creaciones que, ya en el campo de la fotografía ya en el del cine, habrán de permitirnos ajustar nuestros propios sentidos a la perpetua movilidad del mundo. Qué así sea.

Cristina Bausero
Germán Machado

Montevideo, diciembre de 2008.

Mirar y ver

expo-urruzola-alumnos

Hace alrededor de un año Cristina Bausero y Alejandro Ventura me llamaron para que llevara adelante un curso de fotografía avanzada en la Escuela de Cine Dodecá, me interesó mucho ya que por informaciones que tenía, a través de jóvenes que habían frecuentado sus cursos sabía que era una experiencia original y alternativa a sistemas más tradicionales de enseñanza.

Este año a lo largo de las semanas en los grupos de lunes y miércoles intentamos avanzar en la temática fotográfica y en esa enorme revolución técnica que ha significado la digitalización de la fotografía, pero también en esa cosa ya un poco más intangible como es la mirada o el aprender a «ver».

En un mundo donde todo empieza a estar invadido por la imagen y a menudo por imágenes sin historia, hemos tratado juntos de reflexionar y aprender cómo, siendo por definición memoria, la fotografía también nos ayuda a reconocernos, a vernos, a mostrarnos.

Decía el fotógrafo William Klein algo así en versión libre;

……en la vida de un fotógrafo de éxito tal vez lleguemos a conocer 100 fotografías, como la mayor parte de las fotografías las hacemos con una exposición de 1/125 de segundo, cuando miramos algo más de cien fotos de un fotógrafo estaremos viendo un segundo y poco de la vida de ese fotógrafo, esto por un lado nos debería llevar a la modestia y por otro a tratar de concentrar nuestra mirada para lograr que esos pocos segundos de nuestra vida logren contar historias que valgan la pena…..

Estas imágenes que presentamos hoy, creo que significan un intento de nuestros alumnos en lograr avanzar en construirse una mirada propia y no es poca cosa.

juan ángel urruzola

Exposición de fotografías

En la primera quincena del mes de diciembre se expondrán en la sala Dodecá las fotografías de los estudiantes de la Escuela de Cine de los cursos de 2008.

Curso dictado por Oscar Bonilla (Nivel de profundización)

Expone del lunes 1º al sábado 6 de diciembre

Cursos dictados por Juan Ángel Urruzola (Nivel superior)

Expone del lunes 8 al miércoles 17 de diciembre